Ganan el Premio Bellas Artes de Traducción
“Margarita Michelena” 2024
Nadxeli Yrízar Carrillo y Fabián
Espejel ganan el Premio Bellas Artes de Traducción “Margarita
Michelena” 2024 en dramaturgia y poesía
Con las obras Nyotaimori y El cementerio marino los escritores
ganaron en el género de dramaturgia y poesía, respectivamente
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto
Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), mediante la
Coordinación Nacional de Literatura (CNL), en colaboración con
el Estado de Hidalgo, a través de la Secretaría de Cultura de la
entidad, dieron a conocer a los ganadores del Premio Bellas
Artes de Traducción “Margarita Michelena” 2024: Nadxeli Yrízar
Carrillo (dramaturgia) y Fabián Espejel (poesía), por sus obras
Nyotaimori —de Sarah Berthiaume— y El cementerio marino —de Paul
Valéry—, respectivamente.
El jurado —conformado por Pablo Soler Frost, Paula Abramo y
Susana Bentzulul— consideró que la traducción de Nyotaimori trae
al español de México, de una manera creativa la frescura del
original, preservando los elementos de extranjería presentes en
la obra primigenia (…) y que recrea con acierto el sentido del
humor que permea en los diálogos de esta obra de teatro.
Respecto al premio, Nadxeli Yrízar señaló que al recibir la
notificación se conmovió y sintió alegría, además de que le
causa emoción que se haya abierto la premiación a la traducción
de teatro. Argumentó que esta distinción es un reconocimiento
importante, no solo para ella, sino para todo el gremio de la
traducción.
Sobre la temática de la obra, comentó que se trata de una
crítica social sobre algunas formas de trabajo actuales, sobre
las aspiraciones impuestas en las sociedades consumistas, la
explotación laboral y la ilusión de libertad.
“El tema es serio, pero el tratamiento es en tono de comedia y
no realista. Es la historia de varios personajes en diferentes
partes del mundo: Canadá, Japón, India, Estados Unidos, que, por
las puertas de la ficción, se van uniendo. Los personajes son
maravillosos y absurdos. Todos ellos van coincidiendo en tiempo
y espacio”, explicó.
Yrízar contó que conoció la obra de Sarah Berthiaume gracias a
una residencia de traducción en la que esta autora fue invitada.
Ahí escuchó un fragmento, en francés, de Nyotaimori, el cual le
gustó tanto que compró el libro y, posteriormente, se animó a
traducirlo.
“Le escribí a Sarah para pedirle su autorización (para traducir
la obra), ella aceptó, pero pasaron tres años (durante la
contingencia sanitaria) antes de que pudiera realmente dedicarme
al proyecto. Gracias al Programa de Estímulos a Creación
Artística, Reconocimientos a las Trayectorias y Apoyo al
Desarrollo de Proyectos Culturales de la Secretaría de Cultura
para una residencia en la Casa de Traductores Looren pude
hacerlo en condiciones extraordinarias”, contó.
Uno de los elementos que el jurado destacó en esta obra fue el
manejo del sentido del humor, y Nadxeli así lo considera
también, pues, según explicó, el humor es un ingrediente
fundamental, está presente en la estructura de la obra de Sarah
(Berthiaume), en las palabras, en la temporalidad, en la
construcción de personajes que hablan familiar y poéticamente al
mismo tiempo.
Sobre las dificultades durante el proceso de traducción, Yrízar
comentó: “Fue necesario un trabajo cuidadoso, de lecturas,
relecturas, algunas en voz alta, de revisiones, pero podría
decir que sí, el humor es un reto, las voces de los personajes,
las características del francés quebequense hibridado con el
inglés, el ritmo, etcétera. También tuve la fortuna de preguntar
a Sarah todas las dudas que me surgieron en el camino y que ella
generosamente me ayudó a esclarecer”.
Sobre la segunda obra, El cementerio marino, el jurado dictaminó
que el apego de esta traducción a la métrica del poema original
concuerda con la preceptiva de Paul Valéry, y hace honor a la
intención declarada del traductor de respetar a un tiempo la
musicalidad, el ritmo y el sentido de cada verso. La traducción
refleja dedicación, entrega y cuidado al trasladar las metáforas
y el estilo de uno de los poemas más difíciles y conocidos de la
tradición francesa.
Sobre el galardón, Fabián Espejel se dijo sorprendido y feliz,
pues este premio lo han ganado traductores que admira. Dijo que
esta distinción significa mucho para él, pues la traducción es
otra cara de la escritura. La poesía, agregó, particularmente
dialoga todo el tiempo con otras épocas, tradiciones y lenguas.
La historia de la poesía es inseparable de la de su traducción.
“El cementerio marino es un poema filosófico publicado en 1920.
Tiene una estructura fija, está escrito en decasílabos rimados a
lo largo de 24 estrofas. Es una meditación y una confrontación
sobre nuestra condición efímera y limitada, pero nos invita a ir
más allá, intentar aquello que nuestras posibilidades permitan
ante esos hechos. Es un posible triunfo de la poesía ante la
vida y la muerte”, explicó sobre la obra.
Espejel agregó que El cementerio marino es, quizás, junto con
The Waste Land, el poema más traducido al español del siglo XX y
compartió la idea de que cada generación debe traducir a sus
clásicos. “Me pareció que la obra tiene mucho que decirnos
actualmente sobre la poesía. Los clásicos deben reactualizarse
siempre y creo que Valéry pasa la prueba todavía”, señaló.
Sobre las complicaciones al momento de la traducción, Espejel
consideró que lo más difícil fue intentar que la versión fuera
rimada, aun con rima asonante. “Me parece que la estructura en
el poema es fundamental, y que había que intentar mantenerla en
la medida de lo posible. El desafío es que al buscar soluciones
para las rimas, el poema siga diciendo lo que dice el original.
Por otro lado, es imponente saber que uno está intentando algo
que muchas y muchos otros traductores intentaron antes”,
refirió.
Finalmente, calificó esta obra como maravillosa, que tiene una
oscuridad aparente y que nos pide paciencia para poder
disfrutarlo. “Valéry regresa a las grandes preguntas de la vida
y la muerte, los límites, y nos propone una manera triunfal de
sobrellevar esas eternas dudas”.
SEMBLANZAS
Nadxeli Yrízar Carrillo. Traductora independiente, traduce del
francés y el inglés al español. Se especializa en teatro,
literatura infantil, ciencias sociales y humanidades. Es docente
en el área de traducción. En 2017 ganó junto con Humberto Pérez
Mortera el premio a la traducción literaria-teatral por la
revista Punto de Partida de la UNAM. En 2019 fue beneficiaria de
una beca en el Banff International Literary Translation Centre y
fundó junto con Humberto Pérez Mortera, Editorial de la Casa que
publica teatro traducido al español.
Fabián Espejel (Ciudad de México, 1995) es poeta y traductor.
Estudió Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras
de la UNAM. Fue becario de la Fundación para las Letras
Mexicanas y del programa Jóvenes Creadores del SACPC (antes
Fonca). Desde 2022 es miembro de la Asociación Mexicana de
Traductores Literarios. En 2023 recibió el Premio Bellas Artes
de Poesía Aguascalientes por Antártida. |